
» Destrezas
Un aspecto que nos ha llamado poderosamente la
atención es la afirmación de Gómez Molina:
“La premisa fundamental es que el conocimiento y
la práctica de distintos tipos de unidades léxicas supone una ayuda importante
para la fluidez de cualquier aprendiz de lenguas; de ahí que la finalidad
última sea que los alumnos las utilicen de la misma manera que lo haría un
hablante nativo que está aprendiendo a usarlas por primera vez, es decir, experimentando cómo funcionan
y deducir las reglas por las que se rigen.” (Punto 2. Página 4).
Siendo que nuestra actividad pretende mantener
esta premisa al tiempo que el profesor mantendrá la atención respecto a las
correcciones o ayudas que puedan necesitar los alumnos para afinar las
“frecuentes estrategias de transferencia
conceptual, sintagmática y pragmática”
(Punto 5. Página 10)
Basándonos en estos aspectos, así como en lo que
extraemos del conjunto de las actividades propuestas por
Gomez Molina (Punto 7 página 18-19), pretendemos trabajar las 4 destrezas (de manera equilibrada, si
bien partimos del hecho de que cada estudiante en particular y la propia clase
como agrupación de los aprendices puede asimilar de manera diferente el
conocimiento impartido, y que el nivel de partida al poner en práctica esta
actividad va a marcar el peso tanto de trabajo como de relevancia de una
destreza u otra. Por ejemplo, si nuestro grupo está en nivel B2 o superior, es
probable que no haya mejora sustantiva en la comprensión auditiva como tal.
Siguiendo las investigaciones de Krashen (1978) y
Terrell (1977, 1980) que señala Cannale en su artículo De la competencia
comunicativa a la pedagogía comunicativa del lenguaje (Traducido por Javier
Lahuerta), vamos a procurar desarrollar una primera fase de recepción y comprensión auditiva y lectora en la
que el input que implica la exposición y explicación de las diferentes
locuciones se mantengan en el nivel más próximo e inmediatamente superior al
nivel medio del grupo.
De ese modo las explicaciones sobre cada
expresión en concreto se re-interpretarán en función de la retroalimentación
que los aprendientes hagan al profesor.
En la segunda fase, de producción, se trabajará
la familiarización y el uso de los nuevos términos aprendidos, es decir,
ejercitando la expresión escrita y oral
Como señala Munby (1978, capítulo 7) en su
esquematización de los objetivos de comunicación, y dado que nuestra actividad
va dirigida a la adquisición de nuevo vocabulario y su uso en la formación de
frases, es posible que en algunos momentos de la actividad dos o más de las
destrezas pueden aparecer combinadas.

También entendemos que durante la actividad
pueden surgir oportunidades de trabajo con diferentes
microdestrezas.
●
En la comprensión
auditiva y lectora se trabajarán deducción y uso de nuevo léxico,
interpretación del sentido figurado, doble sentido, ironía, y quizás de otras
como inferencia y entender información implícita.
●
En la expresión
escrita surgirán oportunidades para trabajar coherencia y registro, y quizás la
cohesión y convenciones de uso.
●
En la expresión
oral estimamos posible trabajar sobre saber aportar opinión y adquirir nociones
sobre la oportunidad o adecuación de determinadas expresiones, y familiarizarse
con el sentido figurado.
